Con esfuerzo, trabajo, pero sobretodo ilusión intentamos hacer de nuestra fiesta, como siempre, 3 días de reunión entre los vecinos, de diversión, de alegría,...
El Sábado empezamos a festejar, empezó a llover pero estábamos preparados, una rustica carpa y a bailar, la típica parrillada y Juanjo al micrófono, nos amenizaron la noche.

Llegó el domingo y con la primera resaca, los primeros blancos, llegaron gaitas, tambores y panderetas de la Escuela de Folklore de Val de San Vicente, y nos amenizaron, la mañana, la comida y parte de la tarde. El punto final le puso Francisco con una paella para chuparse los dedos que dio de comer a todo aquel que se acerco al pueblo.
Daba gusto ver la becera llena de gente, de música, de diversión y sobretodo de crios.
¡Qué pila crios!
Por eso, a eso de las 5 de la tarde y mientras los hombres preparaban la bolera, tuvieron una gran gymkana que tuvo lugar por los escondites de Helgueras. Cuando acabaron merienda para todos.
Y mientras se reinauguraba la bolera, las peñas de Pesues, Casa Cofiño de Caviedes y Construcciones Ibañez de Helgueras se jugaban un triangular, que ganaron los de Caviedes, segundos los de Helgueras y terceros los de Pesues.
Para cenar, pollo y patatas para todos.

Y llegaba el momento de prender la hoguera, este año tardó en tirar, pero aquí o tira o tira... vaya que si tiró. Eso si, lo de saltarla tuvimos que dejarlo para otro año.
Y llegó el 24, llegó San Juan, resaca acumulada de dos días sin parar.
Misa, procesión del Santo, otros blancos, a comer a casa, colchonetas para niños y juegos rurales para ... niños también.
Si a alguien le tenemos que agradecer algo en este San Juan, es sobretodo a ellos, por participar en todo lo que se les propuso, por hacer lo que no fuimos capaces de hacer los mayores, y sobretodo por dar vida a la tarde de San Juan, ellos se lo pasaron bien, pero nosotros, disfrutando de ellos, mucho mejor.

Y llegó otra vez la noche, más baile, más diversión, más cánticos, tarta para todos, chocolate para algunos menos,.. y se acabó San Juan y hasta dentro de 365 días no volverá. Pero nosotros ya estamos preparados para ello.
¡Hasta pronto!