lunes, 16 de abril de 2012

LOLO, El Rosqui


Hoy hace 5 años que Helgueras, de repente, se paró. Hay días que Helgueras se para y esos días marcan la vida de todos. 



Hoy hace 5 años el gran Rosqui dijo adiós para siempre... 




¿Qué decir de Lolo? 

Buenísima persona, cazador incondicional, pescador nato, trabajador como el que más, simpático a más no poder,... y un helguerano de esa quinta que hizo que Helgueras ahora sea lo que es. 




La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. 
La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.

martes, 20 de marzo de 2012

Artículo del ALERTA de 1966

   Corría el mes de abril del año 1966 cuando en Helgueras se aprobó la concentración parcelaria. Y, Agapito Depas, vecino de Luey, y escritor en el  Alerta, se pasó una tarde por Helgueras con un agente de S.E.A.
El artículo cuenta lo siguiente:

Helgueras parcela sus tierras antes que el problema de la mano de obra se agudice.
Sólo un vecino - doña Trinidad Barrio- se ha negado a firmar la solicitud.
En el pueblo (en casas y ganado) se ha operado una gran trasformación.
       Hace algún tiempo, no mucho, los vecinos de Helgueras, concejo perteneciente a Val de San Vicente, formularon una consulta al agente del S.E.A. y he aprovechado una visita realizada por Menéndez, de Cabezón de la Sal, para recorrer el pueblo que está unido a la carretera de Unquera-Potes por una de buen piso y que además, recientemente, ha solicitado la concentración parcelaria. Sus tierras sembradas de maíz eran el problema.
   El presidente de la junta vecinal, don Manuel Sánchez Morante, casi paisano - pues sus primeras palabras son para decirme: "fui fotinguero en La Habana", me habla del cambio operado en el pueblo durante estos últimos veinte años. Las viejas edificaciones han sido reformadas y ofrecen una vista funcional. Los desnudos corredores son hoy espléndidas solanas y en el concierto de colores con que están enjalbegadas, late el primor de la mujer montañesa, dura para el trabajo, pero mimosa para el encanto. Habla también Manuel del cambio realizado en la ganadería y donde treinta y dos vecinos se han puesto de acuerdo.
En la dehesa del Bueyal
        Aún resuena en la Dehesa del Bueyal el mugido de las parejas que, una de cada vecino, tenían derecho a pastar. Hoy, con ese eco, veinticinco ollas de leche y todos los días, aguardan el camión que las lleve a la fabrica. La concentración parcelaria ha sido la última innovación a que han acudido antes que el problema general de mano de obra apunte y se agudice. Por cierto que se nos presenta ocasión de interrogar a uno de los vecinos que se negaron a firmar la solicitud. Es una mujer, doña Trinidad Barrio, a quien el agente pregunta por el resultado de consejo realizado con la consulta formulada.
- ¿Los polvos anti-cuervo? Han resultado y además no son caros; una cincuenta la "cuchará". Pero oigame, parcelario, "esti", ¿quien es?
- De ALERTA, señora. ¿Puede decirme por qué no firmó la solicitud para la concentración?
- Si, hijo, sí; no hace mucho vinieron los del "catástrofe" con unos papelucos; conque me dijeron: firme aquí. Lo hice y me costó setecientas pesetas el "chipitel". ¿Quiere que eche otra firma? Ni estando soltera "pa casame" la echaba. Jurao. 
       Y termina su perorata asegurando que por ella lo pueden concentrar, recalcando que no firma.
Trini es simpática
        La simpatía arrolladora de Trini nos lleva a revivir el pasado del pueblo; aquellas hogueras y repique de campanas en la noche de San Juan y que dentro de unos días romperá el silencio de la aldea. Trini recuerda sus años de panderetera jovial y nos canta por bajines una de las coplas:
Los ojos me duelen madre, 
de mirar p´al Somaorio
por ver si veo venir
al gaitero de Merodio.
Y cuando termina dice:
- Pero no me olvido de las setecientas pesetas de los del "catastrofe". ¡Cómo me la hicieron! Si hubiese sido  de joven...
Y es que una vez hace años, la llevó el Comporto a un concurso que se celebraba en Bielva, pero se negó a cantar:

- Olí que una de las presentes tenía padrino y me dije digo: "a la Trini no la lía nadie".


La escoba se ha caído
   Hemos seguido la chachara porque la escoba puesta "p´arriba" junto a la puerta se ha caído sola, y Trini tiene recuerdos para largo. Pero hemos de continuar la ruta y, tras la despedida amistosa, el postrer recorrido por el pueblo. Unos cuévanos de baras para la hierba y unos trastos para los burros hacen guardia a las perolas que aguardan el ordeño.De todo aquel "arbolío" típico, apenas queda el recuerdo, pero en cambio Helgueras, tiene veinticinco hectáreas consorciadas con la Sniace, y con el producto de la primera corta, hicieron su traída de aguas.
   Una charla nostálgica con el "fotinguero"; charla criolla y triste. Cuando arrancamos la furgoneta nos despide un nieto de Trini, a quien pregunto porque llaman a los de Helgueras "mayucos" y vivamente responde: 
- Y a los de Luey, "garaberos".
-Pero no fueron los de Luey los que me dieron vuestro mote.
-¿Donde entonces?
-¡Por ahí...!
Agapito Depas




viernes, 10 de febrero de 2012

Helgueras hace unos años


Mi pueblo se llama Helgueras
os lo voy a presentar.

Hoy es un pueblo moderno
casi hasta pueblo ejemplar
pero no hace tanto tiempo
echando la vista atrás
se vivió de otra manera
que nos cuesta imaginar.

Lo primero en la mañana
era ponerse a tizar
tenía muchu prestigiu
ver la chimenea ahumar.
Había piques por ello
a ver quien madruga más.
¿Será el Durmón?
¿Será La Parra?
¿La Becera?
¿Quién será?
Los del Coteru de arriba
vigilaban sin parar,
hay que tomar el café
pa ir pa la cuadra a ordeñar.

Era un pueblo ganadero
que costaba trabajar
los recursos eran pocos
y se había que apañar.

La hierba se siega a dalle,
las tierras las hay que arar
con una buena pareja
y un aladru, claru está.

Se cuidaban bien las tierras,
es lo que había que hacer
pa que después en la mesa
hubiera algo que comer.
Berzas, alubias, patatas,
panojas sin deshojar
no había tiempu por el día
por la noche ya le habrá.
Eran reuniones caseras
cotilleos y demás
que al acabar la deshoja
castañas y anís habrá.

Estando tranquilamente
sin saber en que pensar
se acordaban y decían
el chon habrá que matar.
Un revuelu de la virgen
se había que organizar
to el mundu mataba el chon
y Manolo a estocinar.
Mondongueras los boronos
los chorizos y demás
repartían por el pueblu
que todos podían probar.
La asadura se comía
al momentu, claru está,
no faltaba la mistela
ni galletas pa mojar
que los críos lo tomaban
y no les pasaba ná.

¡Esto del matacillu
era fiesta nacional!

La siembra y el matacillu
ya son obras terminás
con lo que quiere decir
que la hierba cerca está.

Días de muchos calores
y de muchu madrugar
a las cinco la mañana
con el dalle a cuesta van
y los que vienen de fiesta
la cama no la verán.

El almuerzu era importante
pero la comida más
a ver si con un pocu suerte
la siesta podían echar.

Era el tiempu más golosu
las verbenas llegarán
puede cambiar muchu el mundu
pero eso no cambiará.

Llegaba San Juan, señores
que os vamos a contar
el Santu del nuestru pueblu
que bien celebrau está.


Bien temprano en la mañana
los cohetes sonarán
misa solemne cantada
por juventud del lugar.
San Juan sale en procesión
las calles hay que adornar
los portales con altares
así el patrón parará.
Llega el blanqueo, señores
en nuestro modesto bar,
la comida en la mesa
eso no puede faltar.
Arroz con pollu caseru
y arroz con leche detrás
casera y un pocu vinu
sol y sombra y a bailar
en la plaza La Becera
el gaiteru tocará.

Santa Marina en San Pedro
Prio celebra Santa Ana
Santiago en Muñorrodero
Y en Pechón es Santa Clara,
Santos Mártires de Unquera
y a Colombres a la Octava
a San Lorenzo y al Cristo
cruzando por el rio Nansa.
Contentos iban andando
pensando en la romería
cortejar era difícil
pero bailar bailarían.

Ya se termina el veranu
el tardiu empieza ya
había que uncir la pareja
y hacia el monte se encaminan
a por las cargas de leña
para prender la cocina,
y así poder calentarse
que el inviernu ya está encima.

Ya se oyen los piquetes
de las tudancas de Sopeña
detrás Manolo el Vaqueru
con albarcas carmoniegas
arreando que no veas,
en la cuadra Los Campanos
el inviernu les espera.

No olvidemos las mujeres
que durante to el añu
al Rió iban a lavar
que se bajaba muy fácil
pero subir, ya verás,
con esas bateas de ropa
pa que te voy a contar.

No tenían agua corriente,
ni luz pública, ni gas,
no había televisiones
alguna radio, na más,
hasta eso de los 80
no empezó a modernizar.

Llegó una tele, señores
en casa del cura está
una reunión cada noche
en la sacristía se hará.
Tol mundu miraba aquello
como una gran novedad
fútbol, toros y boxeo,
telediarios y na más.

Vino la luz y el agua
y con esto lo demás,
segadora, ordeñadora
y después la lavadora
que nos quitó de lavar.

Estos son otros tiempos
nada que ver con aquellos,
por no quedar ya no quedan
casi vacas ni becerros.
Los trabajos son distintos,
la vida de otra manera
cuando tenemos un ratu
siempre nos vamos “Palgueras”.

No nos vamos a olvidar
de la gente que no está
a muchos no conocimos
de ellos oímos hablar
por eso en nuestro recuerdo
nunca dejarán de estar.

¡Todos estamos unidos
cuando tenemos que estar!

Esto es Helgueras, señores
un sentimientu especial
y por todo esto fuimos
un pueblo casi ejemplar.